Un día alguien me dijo que luchara por algo que mereciera la pena y que en un futuro me pudiera hacer feliz, y te miré ... no, no eras tú mi sueño. Éramos, pero que digo, somos diferentes, de mundos diferentes y a fin de cuentas esas historias siempre acaban mal. Es algo que apenas nadie sabe, porque yo no me creo ni mis propios sentimientos. ¿Ilusión? Puede ser ... y entonces acabaré como la última vez: prendada ante algo que no tenía sentido, prendada por algo que no luchaba por mí, y prendada por alguien que no iba más allá de las tonterías.
Ponte Vecchio |
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