Apartemos la metafísica a un lado y centrémonos en lo que de verdad merece la pena, el interior, eso dijo hacía horas ... negaba su razón y apartaba sus muecas de confusión. Todo cobró más sentido al llegar poco menos de las doce, cuando yo me daba cuenta del todo y nada que me rodeaba hacía pocos días. Y ahora sí, yo misma me llamo ingenua .. es como cuando tienes un accidente de coche; esa fatiga que se siente, es incomparable, y ya que estamos, maldigo la contaminación lumínica, hoy no encuentro la luna y, tengo ganas de decir adiós, ahora si me despediría de esa forma.
me gustaaaaaaa
ResponderEliminarme alegro de que te guste :D
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