Igualmente ves que lo que das no es lo mismo que lo que recibes, que te toman por el pito del sereno, y que tú tampoco eres perfecta, pero no eres de hierro aunque lo aparentes.
Yo también me derrumbo sabéis, y no voy gritándolo a los cuatro vientos. Yo también tengo problemas y motivos por los cuales lo paso mal. Os habéis acostumbrado a que Lucía siempre está ahí para escucharos absolutamente a todos, pero eh, ¿quién está para escuchar a Lucía cuando lo necesita? Aún no he conocido a nadie que me haga sentir segura y bien, tranquila, relajada, que me diga que todo está bien y yo me lo crea.
Que lo mío no es menos que lo de los demás, que todo lo pagáis conmigo, que yo tampoco tengo la culpa, no es mi problema.
Pero sin embargo ahí sigo, porque mi mayor defecto diría que es que no sé decir que NO.
''Que a lo mejor no me apetece hablar pero luego ves que estoy simpático/a con otros, pero claro, como tú aguantas a todos y todo en todos los aspectos y a todos los niveles pues lo pagamos contigo que no pasa nada''.
Y ese es mi mayor error. Que todos creéis que voy a estar ahí, y os lo tenéis tan creído, que el día que fallo o no estoy al 100% comiéndome vuestra mierda entonces ya he cambiado o ya no estoy apoyándoos. Entonces será cuando notéis mi ausencia, y cuando veáis que exploto y que ya no puedo más, y que no os doy un mínimo de mí, será entonces cuando os daréis cuenta de que yo también soy persona y de que también tengo mi límite.
No hay comentarios:
Publicar un comentario